Una columna de Fernando Olivares Delgado (Director de la Cátedra) y Javier García Gómez-Die (Coordinador de Expansión y Desarrollo de la Cátedra)
A principios de 2021 en la Cumbre de Davos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, señaló las noticias falsas o fake news como uno de los ocho grandes desafíos globales del momento. Comentó que debemos abordar los lados más oscuros del mundo digital y que hay que nutrir nuestras democracias todos los días y defender nuestras instituciones contra el poder corrosivo de la desinformación, los discursos de odio o la incitación a la violencia.
La proliferación en redes sociales de las denominadas fake news en todas sus variantes (bulos, mentiras, engaños, omisiones engañosas, manipulaciones, datos fuera de contexto, verdades a medias, falsedades…) se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza.
La desinformación distorsiona el correcto funcionamiento de los sistemas socioeconómicos y democráticos del mundo. Según la consultora Gartner, se estima que en 2022 más de la mitad de las noticias serán falsas y de difícil detección, por muy listos que nos creamos, según estudios empíricos. En este contexto de vertiginosa desinformación, nuestra visión del mundo se verá trastocada -intencionadamente adulterada-, lo cual afectará al sentido de las decisiones que tomaremos en todos los órdenes de nuestra vida: si decidimos acorde a nuestras creencias y pensamos a partir de elementos disonantes como las fake news, la toma de decisiones en nuestra vida tendrá un alto riesgo de incertidumbre y de poca seguridad.
Las fake news, la desinformación y la posverdad o distorsión deliberada de la realidad amenazan el conocimiento con causa, el pensamiento consecuente y las decisiones con criterio. Es importante que desde las universidades favorezcamos una mayor conciencia social acerca del desafío que tenemos por delante en este escenario que se nos descubre. La desinformación rampante es un auténtico problema colectivo y requiere hacerse cargo y dedicar recursos a afrontarlo.
Soluciones contra la desinformación
Junto a las utilidades que aporta la tecnología, consideramos que algunas soluciones para combatir las fake news, la desinformación y la posverdad pasan por poner la ética (social), los valores (personales), la deontología (profesional) y la transparencia (normas y actitudes) en el centro, de una vez por todas. Además de una decidida formación para la alfabetización visual y mediática de la ciudadanía, sobre todo de niños, niñas y jóvenes para enseñarles a manejarse airosos en entornos saturados de imaginarios, a leer las intencionalidades posibles de las noticias e imágenes y la importancia de los contextos; para mostrarles los procesos y los intereses encubiertos de la manipulación; o para que, por ejemplo, aprendan a identificar y acudir a las fuentes fiables de información cuando toca hacerlo; o para pensar en las consecuencias de no contrastar ni de cuestionarse algunas cosas de calado, ahora que son más vulnerables, precisamente al estar fraguándose sus ideas e ideales, apuntalando su visión del mundo y de los otros. No podemos ignorar que, consumiendo bulos y contenidos de baja calidad, la ignorancia progresa y con ella la pobreza de espíritu. Y las fake news y sus intereses encubiertos campan a sus anchas en un escenario cada vez más confuso y gregario. ¡Más educación y espíritu crítico nos hace más libres!
La investigación científica y el conocimiento tecnológico ya están siendo aliados y generando herramientas y resultados positivos, por ejemplo, para la verificación de las noticias y la lucha contra este incesante avance de lo fake. Verificar o comprobar una a una las noticias que parecen falsas es hoy un proceso necesario, aunque no suficiente. La educación y la alfabetización, el espíritu crítico y la conciencia plena, son el verdadero antídoto para esta “infodemia” de la que habla la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la epidemia de información falsa en relación a la pandemia. Dado que la proliferación de productos fake se incrementará, se precisa mayor educación y formación, más ética y valores y más alfabetización visual, mediática y tecnológica. La educación, como casi siempre, es quizás el mejor y único antídoto para frenar el avance de lo fake. Es decir, se necesita más y nuevos recursos en las aulas.
En 2019 organizamos en la Universidad de Alicante las primeras jornadas Fake&Business, centradas en las fake news en todas sus variantes, con un enfoque pionero y singular, analizando su impacto en el correcto funcionamiento del sector económico y empresarial: bulos, falsedades, opacidad, engaños, omisiones, verdades a medias, manipulaciones, etc., que afectan a decisiones cotidianas de consumo y a aspectos productivos de las empresas. Contamos con investigadores de psicobiología y expertos en detectar la mentira, con periodistas, empresarios, asociaciones de consumidores e investigadores de ciencias de la salud, sociales y tecnológicas. Una de las conclusiones más importantes fue que las fake news van a más, que se necesita más preparación y formación en la ciudadanía y que las noticias falsas y la desinformación impactan en las empresas, en los consumidores y competidores, e incluso que también hay empresas interesadas en generar ruido o informaciones adulteradas para influir en los mercados en su propio beneficio.
Fake&Business: reflexiones sobre fake news y transparencia
En 2021, desde la Cátedra de la Marca Corporativa de la Universidad de Alicante hemos puesto en marcha una nueva propuesta de Fake&Business, más innovadora si cabe, en estrecha cooperación con el Centro de Inteligencia Digital de la provincia de Alicante, CENID y el diario INFORMACIÓN.
Desde el 13 mayo hasta el 10 junio de 2021, en directo a través de la web del Club Información, ha vuelto Fake&Business posicionándose como uno de los encuentros de transferencia de conocimiento más relevantes en torno al impacto de las fake news y la transparencia empresarial, con especial énfasis en los sectores productivos del gran consumo. En FK&B 21 también se ha abordado cómo la inteligencia digital puede servir a la inteligencia humana para tomar decisiones al respecto.
En esta ocasión hemos tratado de identificar el verdadero problema de las fake news para las democracias, los mercados y las empresas del sector del gran consumo (alimentación, bebidas, distribución, hogar y limpieza, etc.) Hemos hablado de las marcas negras como un tipo de fake, como marca de fabricante (normalmente notoria y afamada) que omite información y favorece el engaño con respecto al origen de sus productos, lo que puede comprometer el comportamiento económico de los consumidores y el de los competidores. Precisamente el tema de las marcas negras y de los engaños explícitos e implícitos de las marcas y empresas, constituye para nosotros una importante línea de investigación.
Voces autorizadas del sector del gran consumo y del movimiento consumerista han ofrecido su visión acerca del alcance y dimensión del problema y qué posibles soluciones y acciones se contemplan cooperativamente. Además, desde CENID se ha profundizado sobre el despliegue tecnológico factible en el mundo y cómo la inteligencia artificial está siendo una aliada contra las fake news. Además, investigadores de referencia internacional contextualizaron las noticias falsas y la desinformación dentro de la agenda europea, de la financiación de proyectos de I+D+i europeos y del resto del mundo.
En definitiva, Fake&Business es y será una propuesta de entendimiento efectivo entre la Universidad, la sociedad y las empresas y sus marcas para contribuir al interés general. La Cátedra de la Marca Corporativa de la Universidad de Alicante, CENID e INFORMACIÓN han hecho posible Fake&Business 21, en directo, desde el plató de Información TV de Alicante para todo el mundo.
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